La elección de las zapatillas o el calzado apropiado para hacer deporte es la asignatura pendiente de muchos. Sobre todo de los que nos iniciamos en la práctica deportiva.
Ahora, con el inicio del Año Nuevo 2022, todos nos proponemos una lista de objetivos de hábitos saludables donde se incluyen “hacer deporte, salir a correr, clases de pádel, etc.“
Un sin fin más de propósitos.
Y entonces, llega el momento de elegir las zapatillas.
Nos dirigimos a los centros comerciales o nos sumergimos en internet, con la finalidad de adquirir unas zapatillas de deporte que cumplan con el objetivo mínimo de la especialidad deportiva. Sin embargo, el mercado del calzado es prácticamente infinito.
No todos los modelos cumplen con las características mínimas que aseguren que nuestros pies estén no solo protegidos, sino que nos permitan obtener el máximo rendimiento para la realización de la actividad física elegida.
La elección del modelo de zapatilla , se topa con algunas dificultades entre las que encontramos la grandísima variedad y oferta de las distintas marcas. Las tendencias, el desconocimiento de las características del calzado idóneo, provoca que nos inclinemos por una zapatilla que quizá no sea la más adecuada para el desarrollo de la actividad deportiva pudiendo producir lesiones y dolencias en los pies.
Hipólito Montesinos Verdú, Podólogo y Deportista de Alto NivelCo-Fundador de FeetMedic;
¿Qué tipo de zapatillas compramos para hacer deporte?
No todas las zapatillas están creadas para hacer deporte en condiciones óptimas. ¿Porqué? E aquí algunas de las características que nos indican que el calzado no es el apropiado:
- Una suela plana, sin ningún tipo de Drop (diferencia de altura entre el retropié y el ante pie), ni soporte del arco, provocando que la columna interna del pie ( huesos que forman el arco interno del pie) sufra fuerzas de reacción del suelo ya sea por saltos o carreras de velocidad que pueden llevar a dichas estructuras a un estrés por encima de lo recomendado. Pudiendo provocar lesiones en la planta del pie.
- En ocasiones la suela de este este tipo de calzado es además rígida, (con materiales que no absorben el impacto) no permitiendo que las tres fases del movimiento que debe tener el pie (fase de contacto de talón, medio pie y ante pie) al andar o correr se lleven a cabo de manera completa, y se convierta la pisada en una sola fase de apoyo plantígrado. Este tipo de zapatillas no suele disponer de una puntera con un ligero balancín que permite un despegue en la pisada más dinámico. Repercutiendo el impacto en , rodilla, cadera y columna.
- En ocasiones estas zapatillas se realizan de materiales poco flexibles utilizando plásticos y adornos que aumentan su rigidez que no hacen más que dificultar la adaptación del pie al calzado creando en ocasiones incluso rozaduras.
- Contrafuertes blandos que no sujetan bien el talón restando eficiencia a su cometido en la sujeción y estabilidad de articulaciones de pie y tobillo.
Las zapatillas que recomendamos para la práctica deportiva deben cumplir con las siguientes características:
- Una suela con ergonomía:
Adaptada al arco interno del pie, con una ligera diferencia entre la parte trasera y delantera de la zapatilla, que disminuirá el estrés tensil de la musculatura posterior de la pierna, restando tensión al tendón de Aquiles.
- Flexible pero no demasiado.
Así, permite absorber los impactos de las fuerzas de reacción del suelo que provocan los saltos y carreras.
Estos saltos, ealizados de manera reiterativa a lo largo de la práctica deportiva, aumentan las probabilidades de provocar Metatarsalgia, tendinitis aquilea, fracturas por estrés de metatarsiano, esguinces…
- Zapatillas con materiales de cierta elasticidad que se adapten al pie en el ejercicio.
- Contrafuertes con cierta rigidez
No demasiado bajos, que neutralicen los excesivos movimientos de la parte del mediopié y retropié hacia el interior y exterior del pie (lo que llamamos pronación y supinación respectivamente). Estos movimientos provocan sobrecarga muscular a nivel de las rodillas y las caderas.
- Zapatillas con cordones habilitados para tal efecto, sujeción del pie.
- Evitar comprar zapatillas específicas para pronadores/supinadores sin que un profesional cualificado como es el Podólogo haya realizado previamente un estudio de la pisada.
La PODOLOGÍA en España ha evolucionado durante los últimos años, posicionándose y adquiriendo relevancia de primer nivel.
Escuchemos y dejémonos guiar por los profesionales más preparados para el estudio, diagnóstico y tratamiento del pie, los PODÓLOGOS.
Esperamos que este articulo guíe a muchos padres de cara a elegir un calzado adecuado para la realización de la práctica deportiva.